¿Has reflexionado sobre cómo te gustaría que fuera la ciudad del futuro en algún momento?

Los proyectos arquitectónicos deberían ofrecer calidad de vida a los usuarios. Con el COVID 19 se ha puesto de manifiesto los handicaps tanto en las viviendas como en el entorno urbano. La pandemia ha dado muestras de numerosos obstáculos en el diseño y usabilidad del entorno urbano en el cuál el virus se propaga con más facilidad que en áreas rurales. El modelo de ciudad actual responde a una planificación urbanística que está en crisis. Y, como toda crisis, requiere soluciones que deberán aportar tanto los arquitectos como los distintos entes económicos, sociales y políticos.

¿Qué nuevos retos se debe asumir la planificación urbanística de las nuevas ciudades?

Desde la década de los 90, Europa quiere implementar sistemas económicos que generen pocas emisiones de carbono y consuman menos energía. En la cumbre sobre el cambio climático de París, 2015, fija como objetivo la no superación de 2º C con la finalidad de mitigar el calentamiento global del planeta. La crisis del COVID-19 ha generado aproximadamente una reducción temporal del 25% de las emisiones de dióxido de carbono.

Estos objetivos sólo podrán lograrse, desde el punto de vista de la arquitectura, diseñando proyectos que se ajusten a criterios de sostenibilidad medioambiental. Es decir, el  nuevo entrono debe priorizar diseños sostenibles tanto para los edificios nuevos como para los ya existentes.

CRITERIOS DE SOSTENIBILIDAD

1. Reducción de la demanda energética;
2. Aprovechamiento de los recursos energéticos locales;
3. Promover el uso de materiales de construcción de bajo impacto en el medio ambiente;
4. Compensar las emisiones de dióxido de carbono considerando el impacto energético en la vida útil de los edificios;
5. Incentivando la construcción bioclimática y sostenible que por normativa europea deberían ser ya de consumo energético nulo o casi nulo desde el inicio de 2020. 

La arquitectura bioclimática  consiste en diseñar edificios aprovechando recursos naturales como el sol, la lluvia, el viento, la vegetación… con el objetivo de ahorrar energía y disminuir el impacto medioambiental.

¿Cómo realizar una planificación urbana que permita lograr estos objetivos?

Entre las posibles fórmulas para lograr estos objetivos,  las detalladas a continuación son las más importantes:

1. Priorizando la renovación y la rehabilitación frente a la obra nueva. Utilizando materiales de construcción que sean naturales, sostenible y reciclables como por ejemplo, la madera.

2. Creando un entorno que se ajuste a las necesidades de sus habitantes. Por un lado debe proveer bienes y servicios a los ciudadanos reduciendo los desplazamientos motorizados. Por otro, potenciará su uso con fines lúdicos. Es decir, la ciudad debe ser un entorno descongestionado de tráfico de vehículos contaminantes. Este objetivo puede lograrse de tres formas esenciales:

 2.1. Reducirlos desplazamientos a los mínimos e indispensables: fomentando el tele trabajo, flexibilizando los horarios laborales, fomentando la formación y el trabajo a distancia;

2.2. Fomentando el uso de vehículos no contaminantes como bicicletas y vehículos eléctricos. La limitación del tráfico tendrá una incidencia sobre las áreas peatonales motivo por el cual, se requerirán más jardines, parques, plazas…

2.3. Mejorando la red de transporte urbana y la movilidad peatonal, reducir las áreas de estacionamiento;

3. Es necesario mejorar las condiciones ambientales de la ciudad reduciendo los riesgos de contaminación que tengan efectos adversos en el medioambiente o en los ciudadanos. Para lograr este objetivo es necesario que al diseñar nuevos proyectos arquitectónicos se tengan en cuenta que estos se ajusten a los niveles admisibles de contaminación atmosférica establecidos, minimizar las radiaciones electromagnéticas. Así mismo, prestar atención a otros tipos de contaminación como la química, lumínica o acústica y, prever una gestión de residuos urbanos y educar a los ciudadanos en la importancia de colaborar en la recogida selectiva éstos.

4. Ahorrar recursos como por ejemplo la energía, agua ...

4.1. Fomentando la autosuficiencia energética y promoviendo ecoeficiencia y sostenibilidad. Es decir, reduciendo el consumo energético y utilizando energías renovables. Un ejemplo a seguir de auto abastecimiento energético es el sistema implementado por Bunyesc Arquitectes;

4.2. Fomentando suministros de agua provenientes de una depuradora. Es decir, que la fuente sea  segura y controlada. Así mismo, es especialmente importante que la ciudadanía tome conciencia de la necesidad de ahorrar agua puesto que se trata de un recurso escaso.

5. Sistemas de ventilación e iluminación adecuada al uso que se haga de éstos.

5.1. Ventilación. Los expertos recomiendan que sea lo más natural posible, que se controle la calidad del aire y que la humedad sea adecuada. Las fuentes de humedad en interiores provienen generalmente de condensaciones, capilaridades y filtraciones.

5.2. Iluminación. Dar prioridad a la iluminación natural proveniente del sol.

En resumen, el objetivo es que las ciudades del s.XXI sea ciudades proyectadas para adecuarse al uso y estilo de vida de sus habitantes, nunca a la inversa. La ciudad del futuro se debe proyectar desde el presente garantizando la salubridad, con más áreas verdes que nos acerquen a la naturaleza y que se ajusten a criterios de sostenibilidad medioambiental tanto en su proyección, como en la selección de materiales de construcción cuya vida útil impacte positivamente en el medio ambiente.

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