El estrés y la ansiedad están presentes en el ámbito escolar en el cuál conviven diariamente los niños y niñas que han sido diagnosticados con Síndrome de Asperger. Los escolares con el Síndrome de Asperger están sometidos a momentos de mucha presión y con su escasa experiencia de gestión del estrés, pueden manifestar este malestar de distintos modos como por ejemplo:
– alteraciones del sueño,
– mayor irritabilidad,
– comiendo en exceso o, por el contrario, no comiendo lo suficiente,
– volviéndonos obsesivos o,
– teniendo reacciones desproporcionadas.
Según los expertos, los niños con TEA, y más concretamente en los Asperger, tienen tendencia a la ansiedad y por tanto, sus educadores deben estar alerta para evitarla o, en caso de que no fuese posible, minimizarla.
La Dra. Rita Jordan, profesora emérita de la Universidad de Birmingham especializada en trastornos del espectro autista, en una de sus conferencias en la ciudad de Barcelona disertó sobre el estrés escolar en los Asperger. A éstos niños, la escuela les genera estrés y es fácil que al final del día se muestren enfadados con los profesores y/o compañeros. Se trata simplemente de la acumulación de situaciones estresantes a lo largo de la jornada escolar. También es posible que los Asperger muestren comportamientos agresivos como respuesta a las situaciones de estrés que se han generado en su ambiente escolar.
¿Cómo gestionar el estrés escolar de un Asperger?
Según la Dra. Jordan, para gestionar el estrés escolar es conveniente crear a estos niños un marco organizativo de referencia. Los Asperger necesitan tener claro cuál es el principio y cuál es el fin, les aterra el pensar que las situaciones son eternas. También puede ayudar permitirles que desarrollen y repitan un ritual concreto con el fin de ayudarles a relajarse.
Se trata de que sus educadores implementen estrategias que les permitan manejar sus niveles de ansiedad como por ejemplo:
– ayudarles a comprender las situaciones que les estresan;
– proporcionarles orden, estructura y predictibilidad.
