Museo de Londres. Incendio 1666

El comportamiento del la madera frente al fuego se ha mitificado con el objetivo de reemplazarla por otros materiales en la industria de la construcción.
El más importante de estos mitos es el relacionado con el comportamiento de la madera frente al fuego debido a grades incendios como por ejemplo:
Roma (año 64);
Londres. Del 2 al 5 de septiembre de 1666. Tras el incendio de 1.666 surge la primera normativa que impide el uso de la madera entre edificios medianeros.

Con la Revolución Industrial en el s. XVIII y en el s. XIX en Estados Unidos se empezó a prohibir la construcción con estructuras de madera para prevenir incendios sustituyendo la madera en la construcción por mampostería, hormigón y acero.

La utilización de acero y hormigón en estructuras de acero y hormigón se percibió como la solución contra el problema de los incendios. Sin embargo, incendios como el de Chicago (1871), San Francisco (1906) mostraron que los materiales de construcción que se utilizaron como alternativos eran igual de devastadores. Todos los edificios, independientemente de los materiales con los cuales hayan sido construidos deben de cumplir las normativas contra incendios.

­­­Mito: La Construcción en madera se quema y no es resistente frente al fuego
Realidad: La madera es un material combustible. Sin embargo, es el más resistente en situación de incendio.

Es bastante difícil que los incendios se originen en los elementos constructivos, lo más frecuente es que se inicie o por sobrecarga o, en los objetos contenidos en el interior de los edificios como los muebles o tapicerías. La madera, a diferencia del acero y el hormigón, es combustible y por este motivo, requiere la toma de precauciones tanto ignífugas como de propagación. Además, debe preverse que, en caso de incendio, se pueda realizar una rápida extinción del fuego.

La madera necesita temperatura para poder quemar. Empieza a arder entre los 270 y 300 º C. La madera al quemar crea una capa carbonizada, actúa como aislante. Tras retirarla se observa que mantiene intacto su interior y que conserva sus propiedades físico – mecánicas. La testa, que es la parte que más nos interesa en la industria de la construcción, está protegida. La zona que se carboniza es la parte exterior y ésta, posee aislamiento térmico. Es decir, la madera, se auto aísla

Generalmente, en una situación de incendio el fuego va de abajo hacia arriba, carboniza la parte exterior produciéndose la pirólisis – descomposición de un compuesto químico por la acción del calor –y se mantiene la parte interior intacta. La madera no pierde resistencia, pierde sección. Y la pérdida de sección viene determinada por su grosor, cuanto más gruesa sea la madera, más tarda en destruirse su duramen.

Muchas estadísticas son inexactas. Neil Gibbins, jefe de bomberos de Devon & Somerset  Fire Rescue Service (UK), los rescates en un edificio de madera no son problemáticos dado que se conoce cómo se va a comportar frente al fuego. Según las estadísticas, uno de cada ocho incendios se produce en un edificio de madera, pero lo que nos debemos preguntar es qué porcentaje de edificios de madera se han tomado en cuenta al realizar esta estadística.

La madera se puede tratarse para mejorar su resistencia al fuego. En el mercado existen diferentes tratamientos y un gran abanico de productos ignífugos. También existen técnicas como las del SHOU-SUGI-BAN (焼 杉 板) – traducción: como tablero quemado- que consiste en quemar la madera mejorando su durabilidad. Esta técnica cambia la estética y mejora la resistencia de la madera especialmente en zonas de la costa. El salitre de la costa y la humedad estropean la madera. Con la aplicación de esta técnica se consiguen diferentes tipos de acabados utilizados en diferentes ámbitos constructivos. Además, esta técnica previene frente a los ataques de insectos xilófagos. Al quemar la madera, pierde una importante parte de su celulosa que es el principal alimento de estos insectos que, prioritariamente elegirán una madera más rica en esta sustancia.

Se trata de una técnica laboriosa que actualmente se está extendiendo. Puede aplicarse en diferentes especies de madera. Se halla en proceso de industrialización. Se quema con sopletes y los resultados estéticos varían en función del tiempo de exposición a la llama, la forma en la que se cepilla y se trata dando lugar tonos y acabados diferentes

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