Comprender la madera es básico par dominar el arte de la carpintería. Trabajar la madera requiere mucho más que conocer las herramientas y saber utilizarlas. La utilización correcta de las herramientas permite la obtención de los resultados deseados pero más importante es conocer el material. El artesano, carpintero o ebanista, buscará siempre la perfección. Para lograrlo debe conocer  la madera para la fabricación de muebles, tallas, marquetería e incluso, la construcción de viviendas.

Cada pieza de madera es única y tiene su propio carácter. De ahí la importancia de conocer sus propiedades. Veamos algunos ejemplos:

– Los tablones de arce nos permitirán obtener mayores variaciones de color y textura.
– El abeto Douglas es atractivo sin embargo, presenta mayores problemas de acabado debido a su porosidad.
– El pino es resistente para trabajos de carpintería que requieren poca precisión.
– La caoba es densa y quebradiza por lo que requerirá utilizar uniones estrechas.

Elegir la especie adecuada será fundamental para el desarrollo óptimo de cualquier proyecto realizado con madera.

Los factores más relevantes que influirán a la hora de elegir la madera son los siguientes:

-Todo lo que le ha ocurrido al árbol a lo largo de su historia. Es decir, desde el crecimiento del árbol de procedencia en el bosque.

– El clima,

Cómo y cuándo se taló. Si se cortó con hacha, sierra o motosierra. La época del también es un factor determinante. En primavera hay más humedad y crece más rápida la madera temprana porque de células blandas con paredes delgadas y grandes cavidades conductoras de savia por lo que esta madera es más porosa. Por el contrario, la madera de la última temprada de crecimiento tiene las paredes de sus células más gruesas y por o tanto, es una madera más densa. Por lo tanto, es importante conocer la estructura celular de las especies de madera.

Algunos ejemplos de característica en función de las especies:

– El roble o el fresno desarrollan sus vasos en una etapa temprana, por lo que produce vetas desigual y son porosas anulares.
– El arce tiene una porosidad más difusa por la distribución uniforme de sus vasos
– El nogal es más poroso debido a la transición gradual durante su crecimiento.

Estos ejemplos ilustran algunas de las diferencias de cómo la estructura celular de las especies influye en sus características y que afectarán no sólo la elección de la especie adecuada sino también en el proceso de transformación de la especie de madera en muebles, objetos o viviendas.

– Cómo y dónde se realizó el proceso de secado

– El grado de dureza de la madera, el tipo y la forma de la las hojas de un árbol. Como norma general, son más blandas las coníferas de hoja perenne con hojas en forma de aguja y más duras, las maderas procedentes de árboles caducifolios de hoja ancha. El grosor de las paredes de las células de la madera determinará su textura.

– El proceso de mecanizado al cuál ha sido sometido para su transformación antes de llegar al almacén de madera en el cuál la adquirimos.

Sería ideal realizar todo el proceso cortarlo uno mismo de un árbol con un aserradero portátil. Es decir, seleccionar y talar un árbol, tronzarlo o cortarlo transversalmente en troncos y fresar los tablones para comprender totalmente las características propias de cada pieza de madera. Sin embargo, este proceso es complicado y además requería tener presente el momento en el cuál se tala y el tiempo que se debe destinar al secado de las piezas.

Para comprender mejor las propiedades de la madera, os recomiendo la lectura del post Anatomía de un Árbol en este mismo blog. Este post proporciona una idea global de la estructura de la madera que es un conocimiento básico para trabajarla adecuadamente tanto en la industria del mueble, la tornería, o la industria de la construcción.

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