La ergonomía, una disciplina que se ocupa del diseño de lugares de trabajo, herramientas y tareas, es un componente esencial en las industrias de la madera. Su aplicación puede mejorar significativamente la seguridad y la salud de los trabajadores, promoviendo una cultura preventiva a través de buenas prácticas. Las industrias de la madera, que incluyen aserraderos, fábricas de tableros, carpinterías, fabricantes de muebles, puertas, ventanas, pavimentos y estructuras de madera, deben identificar posibles riesgos en sus instalaciones y proceder a implementar protocolos de actuación y medidas preventivas.

Los riesgos laborales predominantes en el sector de la madera son variados. El sobreesfuerzo físico debido a condiciones de trabajo inadecuadas puede implicar posturas forzadas durante el trabajo, movimientos repetitivos de mano-muñeca y brazos, manipulación manual de cargas y pausas insuficientes.

La mayoría de los factores de riesgo asociados a cargas físicas están relacionados con un diseño inadecuado del puesto de trabajo, como por ejemplo, ubicación inadecuada de las herramientas y equipos.

Los trastornos musculoesqueléticos, principalmente causados por sobrecarga física o sobreesfuerzo, son graduales y pueden o no tener relación directa con el puesto de trabajo. Por ejemplo, el síndrome del túnel carpiano se puede manifestar con parestesia nocturna. En consecuencia, el trabajador no relaciona su tiempo de descanso con las actividades repetitivas de la mano-muñeca que realiza en el transcurso de su jornada laboral. Es necesario considerar individualmente la exposición a largo plazo para determinar la casuística que genera estas lesiones.

La implementación de buenas prácticas ergonómicas, además de reducir accidentes, enfermedades y daños, puede resultar en un ahorro de costes para las empresas y para el sistema de salud pública. Estas prácticas pueden incluir la formación de los trabajadores en técnicas de levantamiento seguro, la implementación de pausas regulares para evitar la fatiga, y la utilización de equipos de protección personal.

Para implementar buenas prácticas en el ámbito laboral, la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales establece el siguiente orden:

  1. Identificar los posibles peligros para la salud de los trabajadores localizando los distintos riesgos en los puestos de trabajo.
  2. Evaluar los riesgos para valorar la exposición de los trabajadores a los posibles riesgos.
  3. Desarrollar e implementar estrategias para eliminar o reducir los riesgos existentes.

Fuentes consultadas:

  1. Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), “Guía de ergonomía para la prevención de trastornos musculoesqueléticos”.
  2. Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, “Introducción a la ergonomía en el lugar de trabajo”.
  3. Organización Internacional del Trabajo (OIT), “Seguridad y salud en la utilización de la maquinaria”.
  4. Ministerio de Trabajo y Economía Social, “Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a la manipulación manual de cargas”.

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