Tras 12 años en Limpiezas Liderlimp he comprobado que para hacer un buen proceso de selección de personal es necesario contratar al candidato/a que mejor se adapte a las demandas que nuestros clientes exigen y al equipo de trabajo en el que se debe integrar.La experiencia me ha demostrado que un buen proceso de selección consta de las siguientes fases: Fase de reclutamiento de candidatos/as. Consiste en conseguir una cantidad suficiente de candidatos/as que reúnan los requisitos del puesto a cubrir. Esto implica disponer previamente de una clara descripción del puesto de trabajo y de las funciones a desempeñar en el mismo. Nos permitirá proceder a una primera preselección entre todas las candidaturas recibidas.

Fase de pruebas.  Sopesa las cualidades y valores de cada uno/a de los candidatos/as en relación al puesto a cubrir. Las pruebas más comunes son los test de capacitación profesional, los test de rendimiento y los test de personalidad. Superadas estas pruebas, se citarán a entrevista los candidatos/as que más adecuadamente las hayan realizado.

La entrevista permite a la empresa plantear preguntas al candidato/a que faciliten la máxima información de su idoneidad para el puesto de trabajo vacante y permiten al candidato/a mostrar su interés en la organización presentándole a la empresa los beneficios que ésta lograría si llegase a contratarle.
Cuando todo esto haya sido valorado se procederá a la comprobación de referencias. Ésta es una práctica poco habitual en nuestro entorno y es muy recomendable. Pueden dar referencias fidedignas de un candidato/a antiguos empleadores, profesores y conocidos comunes al entrevistador/a y al entrevistado/a. Éstos pueden informarnos sobre su rendimiento académico y/o profesional, su honradez, etc…

Dentro de esta fase también se incluye la toma de la decisión. El departamento de RRHH o la consultoría asesora presentará un informe sobre tres de los finalistas para que el jefe directo decida. Una vez se haya decidido se comunicará al candidato/a finalista que ha sido la persona seleccionada.

Fase de adaptación al puesto de trabajo. Período que permite a la empresa valorar que la persona seleccionada se ajuste adecuadamente al entorno laboral. Esta fase incluye:
– El reconocimiento médico inicial para tener constancia de la aptitud física del trabajador/a en el desempeño de las funciones;
– La formación necesaria que será diferente según la persona seleccionada. Esta formación va desde la formación de capacitación profesional, formación de PRL, formación de protección y tratamiento de datos confidenciales, formación sobre los principios y normas que definen las líneas de actuación dentro de la cultura empresarial, etc;
– El seguimiento de la persona seleccionada durante el período de prueba.

Una adecuada política de selección de personal permite ahorrar tiempo y costes económicos. Costes que se incrementarán en el caso de elegir a la persona equivocada. Yo estoy habituada a seleccionar personal por la idiosincrasia del sector de la limpieza. Sin embargo, considero una excelente opción que empresas especializadas gestionen la selección. Mi ámbito profesional me ha permitido conocer a los técnicos/as de Sinergia, que poseen experiencia en la selección de personal del sector servicios y Facility Services. En caso de no disponer de personal especializado en selección dentro de la organización, recomiendo a las empresas que contraten una consultoría que les ofrecerá las ventajas citadas a continuación:
– Minimizar el coste de consolidación de la persona seleccionada tanto en caso de inaptitud como en el caso de que la persona seleccionada abandonase la organización por haber recibido otra oferta más interesante;
– Reducir el margen de error en la selección ya que el personal técnico de la consultoría percibirá detalles subjetivos que un técnico/a poco habituado podría obviar;
– Optimizar el tiempo del personal administrativo de RRHH sin que el proceso de selección interfiera en sus tareas habituales.

 

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