Para determinar cómo comenzamos a hacer gestión forestal en Cataluña tenemos que comenzar por definir qué es la gestión forestal.

Definición. La gestión forestal consiste en planificar y ejecutar prácticas con la finalidad que los bosques se ajusten a objetivos beneficiosos para el medio ambiente, la economia, la sociedad y la cultura.

La planificación forestal derivada de la radiografía del territorio. La planificación se realiza a 10 o 15 años vista. Informará de cómo y dónde actuar. Una vez se ha realizado la planificación, puede haber variaciones.
La silvicultura es la ciencia que estudia la gestión de los bosques y planifica las ejecuciones técnicas que se aplican a las masas forestales con el fin de conciliar la gestión económica y medioambiental. Las ramas de la silvicultura que regeneran y regulan la renovación son las siguientes:

1. Regeneración regular.  Crecimiento uniforme
2. Renovación. Se realiza antes de llegar al estado de decrepitud del bosque.

El objetivo fundamental de la silvicultura es  conseguir un equilibrio consistente en obtener igual proporción de plantas de diferentes edades (jóvenes, maduras, viejas). También es interesante que haya regeneración natural que se consigue abriendo espacios. En los bosques del Pirineo, a diferencia del resto de bosques catalanes, se marca lo que se puede talar y lo que no.

La política forestal decide que se cortar para regenerar, para obtener una mejora económica por la comercialización adecuada de especies para rentabilizarlas, destinando la madera de mejor calidad a la industria maderera y la de menor calidad a pallets.

¿Cómo regeneramos los bosques catalanes?

En Cataluña, la mayor parte de la producción de madera se destina a pallets cuyo margen económico es más reducido que otras industrias de la madera como la construcción o la fabricación de muebles.

A pesar de la gran masa forestal de la que dispone Cataluña, aproximadamente el 67% de su territorio es masa forestal, la madera para la construcción se importa. En Cataluña se debe potenciar el uso de madera de Km 0. Hace falta una gestión adecuada del bosque que además contribuirá a la sostenibilidad medioambiental reduciendo el impacto de la huella ecológica.

CATFOREST. Se trata de una iniciativa del sector forestal catalán con el objetivo de potenciar una marca de proximidad ligada al sello europeo de sostenibilidad que es, además, garantía de calidad. PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification) es el titular de la marca CATFOREST que engloba los siguientes productos forestales: madera estructural, madera aserrada, astillas, pellets, leña y briquetas.

PEFC es una organización sin animo de lucro que tiene por objeto promover la gestión sostenible de los bosques catalanes. Para esto ha creado un sistema de certificación que garantiza la buena praxis de gestión forestal, cumpliendo normas de sostenibilidad.

¿Cómo se gestiona la masa forestal en Terres de l’Ebre?

Las Terres de l’Ebre era un área en la cual abundaba masa forestal de pino silvestre, principalmente, pi blanc i pi roig. En esta área se han implementado zonas industriales y como consecuencia, ahora la masa forestal se concentre en el corazón de Cataluña, principalmente en el Berguedà.

En Tarragona hallamos zonas degeneradas de pi blanc que se podrían regenerar con especies autóctonas. Siempre que se pueda se debe regenerar con las especies propias del territorio, aunque también puede realizarse la regeneración selectiva como se hizo en Finlandia que logró una especie mejorada, aunque con repercusiones sobre el ecosistema.

Existen distintas subvenciones para la gestión de fincas forestales de titularidad privada que son insuficientes para paliar el bajo rendimiento de la explotación forestal. Actualmente, la rentabilidad de la madera es de 10 € la tonelada y esto convierte la explotación de la gestión forestal en una actividad con un margen de beneficio muy pequeño.

El objetivo que debe marcarse la industria maderera local consiste en conseguir que la importación de madera sea cada vez más difícil y cara. El reto actual es movilizar y activar la política forestal y la gestión del bosque. Es decir, es necesaria una acción catalizadora.

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